El adversario trata de convencernos que Dios no es un Dios de milagros. Hay muchos desafíos y dificultades en el mundo. Hay muchos que sufren y pedimos más ayuda del Señor. Pero Dios es un Dios de milagros. Les invito a preparar una lista de los milagros que vieran esta semana pasada. Comparten la lista con sus familias. Vivimos en un mundo de milagros en el campo misional. Hay que desarrollar los ojos a ver pero hay milagros. Recuerdan que los milagros son para confirmar nuestra fe no para darnos fe. Milagros son manifestaciones de nuestra fe.
Con los cambios en la misión es importante a centrarse en llegar a ser un misionero consagrado. Pero tengan paciencia con sí mismo. Sean constantes en sus deseos y esfuerzos. Esto no es de ser perfecto, pero de progresar en fe, en obediencia y en gozar en el amor de Dios.
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